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Santeria Yoruba

Orisha Mayor Naná Burukú

Naná Burukú

Orisha Naná Burukú

Naná Burukú es la orisha de los ojos de aguas, su culto procede de los pueblos yorubas de Fon, Ashanti y Arará. Es fuerza, espiritualidad, y antigüedad, tiene poder sobre la cabeza del individuo y puede intervenir en el camino de la vida a la muerte.

En el sincretismo católico se relaciona con Santa Ana y con la Virgen del Camino.

Un poco de historia

El nombre de Naná Burukú es compuesto por dos palabras yorubas que quiere decir, “gran madre y maldad”. Su historia cuenta que llegó a la tierra antes que Oduduwá y que tuvo conflictos con Oggún; esta es la razón por la que los animales presentados deben ser ofrendados con un cuchillo de caña brava.

Naná Burukú se alimenta del espíritu de los sacrificios, por eso los animales deben ser asfixiados y luego cortados con el cuchillo de caña brava.

Cuando se hacen ceremonias de entrega, esta orisha se recibe con Babalu ayé. Se le relaciona con los colores blanco y azul.

Fue esposa de Obbatalá, y es la madre de Oshumaré, Iroko y Babalú Ayé. Sus números son el 5 y el 10.

Atributos y ofrendas

El receptáculo de Naná Burukú es una tinaja, debe ser de color blanco, dentro se colocan los secretos que quedarán sellados. El receptáculo tendrá cuatro orificios. Se colocan también otás (piedras) de agua de río. Entre sus atributos encontramos la caña brava, y el cuchillo hecho con este mismo material.

Los devotos confeccionan los collares o elekes utilizando cuentas blancas, azules oscuras, y en ocasiones se intercalan algunas cuentas rojas.

Son ofrendas para Naná Burukú la ceiba, la caña brava, el alacrancillo, el bejuco ubí, la albahaca, la zarzaparrilla, la chirimoya, así como animales como las gallinas, las palomas, los pollos, y los cerdos.

Los hijos de Naná Burukú son personas pacíficas y calmadas, son dignas y de buen actuar. Su carácter es equilibrado y pasivo; se toman el tiempo necesario para meditar y reflexionar sobre sus decisiones, buscando actuar con justicia y prudencia. Son sabios, y tienen especial afecto por los niños.

Funciones

Naná Burkú  es la orisha del poder de los espíritus antiguos. Ella controla el nacimiento de las aguas, por eso se encuentra en las desembocaduras de ríos, en los pantanos, en las lagunas y en otras colecciones de agua, además, está representada por la llovizna y por el lodo

Esta orisha se asocia a la fuerza de la mente del hombre, y tiene el poder para intervenir entre la vida y la muerte. Algunos devotos, los de Iyesá, la consideran como un camino de Obbatalá, otros dicen que se trata de una orisha independiente.

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