Orisha Ajá
Ajá es uno de los orishas menores considerados en el Panteón Yoruba. Su culto fue muy practicado en épocas pasadas, sin embargo, desde el siglo XIX se ha ido perdiendo entre las tradiciones, tornándose secundario. Parece haber sido reemplazado por la práctica de culto para otras deidades yorubas como Inle y Osain. Ajá no es uno de los orishas que se recibe como tutelar.
Un poco de historia
La mitología yoruba relata que Ajá fue esposa de Olokun, quien es el orisha dueño del océano, y por esto se cree que Ajá fue la madre de Yemayá.
Es considerada como la madre y patrona de la selva y de todo lo que en ella habita, tanto animales como plantas y diversas hierbas. Además, Ajá conoce los secretos y poderes curativos de las plantas, y prepara diversas pociones con hierbas que tienen el poder de sanar.
El nombre de Ajá puede interpretarse como “viento salvaje”, por ello se le considera el orisha de los vientos, las corrientes de aire que tienen mucha fuerza y gran poder como los remolinos y torbellinos.
Otra historia cuenta que Ajá tomaba a los niños pequeños, entre 3 y 9 años de edad, para instruirlos y entrenarlos en los secretos curativos de las plantas y hierbas. De la misma manera, se dice que si Ajá conduce a un espíritu a la tierra de los muertos o al cielo, el viaje va a durar de 7 días a 3 meses, en los que se experimenta una travesía, que hace que cuando el espíritu retorne, tenga el conocimiento para ser un poderoso sacerdote o babalawo.
Culto
Ajá como orisha menor es temida y respetada, dado su influencia sobre las corrientes de aire y los vientos, además por su carácter imponente, defensivo, que lleva a entrar en discusiones con frecuencia.
Esta deidad yoruba conoce los secretos del mundo de las hierbas, y los utiliza como recursos curativos; los sacerdotes, curanderos y babalawos le rinden culto para dominar estos secretos de las plantas.
En el culto para Ajá se pueden emplear varillas de palma de coco o de corojo que se decoran con caracoles, y durante las ceremonias se utilizan como una escoba para barrer las impurezas e influencias negativas. Ajá también puede usar la escoba de Babalú Ayé.