
Ochosi: El orisha cazador y guerrero
Dentro de las divinidades yorubas, Ochosi es el orisha patrono de los cazadores y guerreros. Se le considera un experto rastreador y maestro de las artes bélicas.
Origen del culto
Ochosi fue adorado originalmente en la ciudad de Ijebu. Los devotos creen que custodia las puertas entre el mundo físico y el espiritual.
Su nombre significa «golpea súbitamente» en referencia a su rapidez y destreza para atacar a las presas o enemigos.
Atributos y poderes
Ochosi posee gran fuerza, puntería certera y capacidad de rastreo. Es diestro en el uso del arco y la flecha, con los que nunca falla un tiro.
Tiene poder sobre los animales salvajes y espíritus de los bosques. Guía a los cazadores para que obtengan alimento y protege a las presas de la depredación excesiva.
Importancia del culto
En la santería y el candomblé, Ochosi es invocado para la protección, la justicia y el sustento. Se le encienden velas verdes y se le ofrendan flechas, plumas de aves y sangre de chivo.
Representa los ideales guerreros del coraje, la bravura y la rectitud. Sus múltiples caminos o avatares incluyen Ochosi Ode, cazador y proveedor, y Ochosi Iworo, guerrero y rastreador.
Ochosi sigue vigente en la religión yoruba y ritos derivados. Se le rinde culto para adquirir sus virtudes de guerrero justo, hábil cazador y protector espiritual. Con su ayuda los creyentes refuerzan sus defensas contra cualquier mal.