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Santeria Yoruba

Orisha Menor Oshumare

Orisha Oshumare

Oshumare es la deidad orisha del panteón yoruba que simboliza la unión entre el cielo y la tierra, así interviene en la relación de equilibrio entre las deidades y el hombre. Oshumare está en las energías del movimiento que da continuidad a la vida, y en las riquezas. En el sincretismo católico se le asocia con San Bartolomé.

Historia

Oshumare es hijo de Naná Burukú, y sus hermanos son Babalú Ayé e Iroko.

Oshumare es la deidad encargada de controlar el ciclo hidrológico de la naturaleza, que es lo que hace posible la continuidad de la vida en la tierra, a través de la lluvia, la condensación y formación de nubes. Por esto es considerado ayudante de Shangó, puesto que devuelve el agua a las nubes cuando han caído las lluvias y tormentas. También intervienen en otros fenómenos naturales.

Oshumare es considerado el patrón del cordón umbilical; es costumbre de las culturas enterrarlo junto a la placenta al pie de una mata de palma que se siembra cuando nace el nuevo ser vivo. Se cree que esta palma está ligada a la salud, y que cuidarla mantiene y conserva la salud.

Uno de sus patakies cuenta que ayudó a sanar la ceguera de Oloddumare, y así este le ofreció morar en el Orun.

Culto

Oshumare es uno de los orishas de la religión yoruba con mayor simbolismo en la mitología. Es quien trae paz a la faz de la tierra, de cuyo poder depende la continuidad de la vida y del mundo.

El culto a Oshumare tuvo su origen en las tierras de Yewe, llegando a ser muy popular durante el siglo XIX, aunque desde entonces ha decaído, apenas algunos conocen sus secretos.

Los colores para Oshumare están relacionados a los de Oyá, y se le rinde culto a través de Yemayá, son los babalawos los que prestan estas ceremonias. Los elekes están hechos con cuentas transparentes en número de 7, que se combinan con 11 cuentas doradas y 11 cuentas amarillas.

El símbolo de Oshumare es una serpiente, maja, que está dispuesta en forma circular mordiendo su propia cola, y significa el hilo de la continuidad, que hace que la tierra permanezca sin destruirse. La serpiente actúa como su mensajera, se le invoca por el nombre de Ere entre los devotos yorubas; es del tipo de las boas o pitón. Los fieles creen que el excremento de este tipo de serpiente puede tener poderes curativos, conceder suerte o riquezas.

Los hijos de Oshumare son personas ambiciosas, adoran el dinero y desean conseguirlo a toda costa, son poco generosos, francos y directos, además pueden ser pacientes y perseverantes en alcanzar el éxito, pero una vez que lo obtienen se vuelven arrogantes.

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